La Ruta Nacional 40, mágica columna vertebral del país, tiene un punto que la convierte en la puerta del NOA. Entre los kilómetros 3820 y 3838, está la mayor atracción del tramo que atraviesa La Rioja: la Cuesta de Miranda. Además, todas las cercanías poseen encantos particulares.
Escribe Poly Badoul – PUENTE ALADO
Desde los Inkas hasta la época de la conquista, desde el telégrafo hasta el presente, un abra gigante que permitió el paso seguro de humanos y arrieros, atravesando cañadones, quebradas, pendientes; entre medio de farallones rojizos, morados, anaranjados; tapizados de yuyos aromáticos, cardones; entre cantos de pequeñas aves, bajo la atenta vigilancia de cóndores y águilas moradas. Allí siempre fue posible proveerse de refugio, agua y comida.
El verano riojano se mitiga en aguadas y esta zona es un delicioso oasis que, además, ofrece acceso a lugares soñados. Solo habrá que decidirse a caminar y eventualmente, acampar libremente.
Desde el oeste, la Cuesta de las Trancas, (km 3819) ofrece la vista curiosa de El Zaguán, rocas gigantes quebradas a lo largo de unos 500m. de longitud, forman una garganta con piletones naturales. Un kilómetro más adelante, por El Siciliano, baja el mismo río y representa una postal perfecta del Alto Grande (5900msnm), uno de los nevados del Famatina cuyo deshielo da nacimiento al Río Miranda.
Los más aventureros, antes de llegar al Km 3824 y sorteando una tupida vegetación o ascendiendo por el camino hacia un puesto, pueden llegar a la fabulosa “Cola de la Novia”, cascada conformada por tres niveles, de más de 30m. de altura (Para ello necesitan un guía conocedor de la zona porque pueden perderse). Llegando a lo alto, puede divisarse gran parte de Talampaya enmarcada por los afloramientos rojizos cercanas.
Hasta el kilómetro 3833, toda la Cuesta es paisaje. El río, es una lámina plateada que serpentea abajo, a la distancia del precipicio que supera los cien metros. Bajando se encuentra el ingreso a Cachiyuyal y a un kilómetro, antes del campamento de Vialidad Nacional, está el acceso.
Poco después, km3737, el puente emblema de la Cuesta de Miranda: La Pelea. Sitio histórico que cuenta con un camping a la vera del río. Desde allí, cruzando bajo el puente, se puede caminar por dentro de la angosta quebrada, de unos 500 m entre paredes de roca de 40 o 50m de altura.
Muy cerca, ya en Sañogasta, zambullirse en las vertientes del Bosquecillo o Parque de Sañogasta; agua fresca, bajo una tupida alameda, con asadores y sanitarios.
Las rutas son nuevas, en excelente estado. Los accesos a la Cuesta son, desde el suroeste, viniendo de Huaco (San juan), por Guandacol y Villa Unión. Desde el Norte, viniendo de Los Sauces, por Chilecito y Nonogasta y desde el Sur, viniendo desde Patquía, por RN74 hasta Nonogasta, se toma RN40 hacia el oeste. También, desde Patquía, entrando por RN150 hasta enganchar la RN76 hasta Pagancillo.
Quien decida visitar estos lugares, conseguirá cielos cristalinos, contrastes profundos, aire límpido, la sensación que da descubrir lugares únicos que guardan la mística de culturas ancestrales.
La Rioja, 27 de enero de 2019